El lunes recibíamos una llamada pidiendo ayuda para una galga que se había refugiado detrás de los surtidores de una gasolinera y no se movía de allí.  Con mucho trabajo, trepando por encima del surtidor, consiguieron sacarla.  Estaba muy deshidratada y apenas se movía, pero en cuanto pudo beber y comer se espabiló y poco a poco va recuperándose.  Es una galga grandota y tranquila, ya adulta, que no estaba identificada y que ahora se llama Marina.

Llevaba una cadena al cuello que estaba soldada y enfundada en una goma de regar, del tipo que utilizan con los perros de rehala en la zona, y tuvimos que cortar con unas tijeras de cortar hierro.  Ojalá ningún perro tuviera que llevar nunca algo así. 

Si quieres acoger a Marina escribe a info@galgos112.com con tus datos, población y teléfono. 

Para ayudar con los gastos de su recuperación pincha en este enlace 

https://www.galgos112.es/donaciones/