Gracias a todas y a todos por vuestras muestras de afecto por la marcha de Késsel.

Habrá quien pensará, total era un simple perro, pero para los que los amamos es mucho mas que eso. Es un compañero de vida, un amigo que siempre está allí, con ellos se establece un vínculo enorme difícil de explicar.

Quizás sea bueno contar algo sobre él. Quién era, de donde vino, que nos aportó y en que nos ayudo su manera de ser.

Un día frio de invierno donde tuvimos que conducir 25km con nieve virgen hasta llegar a la autopista dirección Humanes de Madrid, provincia de Madrid. Un viaje de ida y vuelta que valió la pena. Él fue, nuestra nueva acogida que acabó quedándose. Késsel fue el nombre que le pusimos, era el nombre de un personaje de una novela.

Era un macho alfa, protector de su manada y con carácter. Era extremadamente extrovertido y sociable. Le encantaba el contacto con la gente, era un buen relaciones públicas. Con él íbamos ha hacer previas cuando nos lo solicitaban, fue un excelente compañero de acogidas, viajamos juntos adonde fuera para llevar nuestras acogidas, vino a no se cuantos stands para que la gente conociera el carácter extraordinario de esta raza.

Compañero de viaje incansable al que echamos mucho de menos. Sensación de ahogo, como si te faltara ese aire que te da fuerzas para seguir luchando. Se hace extraño pasear sin ti, levantarte sin verte, el vacío que deja es inmenso y nunca uno se acostumbra. Solo el tiempo cerrara la herida y solo pensar que algún día nos volveremos a encontrar, calma esa sensación de ahogo. Te queremos pequeño.